Rehabilitación y eficiencia energética.
La sociedad y la edificación han cambiado y las maneras de producir, también , y no es suficiente con redundar beneficios exclusivamente económicos sino también medioambientales. Es necesario un desarrollo que potencie los recursos que tenemos disponibles para hacer de ello un uso más inteligente, evitando caer en imprecisiones por soluciones mal estudiadas o proyectos mal ejecutados.
La premisa debe ser caminar hacia la eficiencia energética.
Nuevas soluciones constructivas, nuevos usos de los materiales tradicionales, implementaciones tecnológicas en instalaciones e incorporación de sistemas de gestión y control automatizados. Estos son elementos cada vez más presentes, y no el arcaico y fracasado modelo constructivo con el que nos hemos desarrollado en la última época que valora únicamente el valor del suelo.
En el mundo residencial, al actuar en rehabilitación y hay que intervenir de acuerdo con la situación física del edificio y de acuerdo a las posibilidades del cliente. En primera instancia podemos incidir directamente por el exterior de los cerramientos verticales, mejorando la carpintería y aplicando sobre estos paramentos soluciones aislantes. Solamente con esto se reducen los consumos energéticos entre un 20-35%, siendo una opción accesible en la mayoría de los casos por no resultar muy costosa ni muy dificultosa desde el punto de vista técnico de ejecución.De esta manera, no sólo conseguimos mínimas interferencias con el usuario, no teniendo este que abandonar la vivienda, sino también no consumir un espacio útil que necesitamos.
En la mayoría de los casos bastará con resolver los elementos de separación entre espacios habitables y no habitables, o entre espacios vecinos, o de locales calefactados y no, con un cierto grado de aislamiento, mediante la adherencia de una plancha o el proyectado de una espuma rígida, al igual que hacíamos con los paramentos verticales, sin entrar a redimensionar otros parámetros como aporte extra de energía, o regulación de equipos de calefacción o climatización, y sin intervenir en la cubierta.
Avanzando más, otra de las grandes ventajas del panorama tecnológico, es la incorporación de equipos de obtención de energías limpias. Se ha tenido la posibilidad de estudiar sistemas incorporados a nuestra vivienda, dónde el beneficio es directo e individualizado, sin grandes costes de inversión, asumiendo pocos riesgos, y beneficiándonos, en cualquier caso, del bien del Sol. Estos sistemas, incorporados a nuestra vivienda nos han supuestos ahorros energéticos en torno al 45% del gasto referido a agua caliente sanitaria, evitando la emisión de CO2 a la atmósfera.
Estos sistemas pueden plantearse a través de generación eléctrica por placas fotovoltaicas, utilizar el consumo complementario de energía por Biomasa o hasta inclulo plantear si es posible una instalación geotérmica.
A nivel medioambiental falta explicar que es altamente recomendable cuando sea posible la intervención mediante la incorporación de soluciones ajardinadas, en paramentos verticales y sobre todo en cubiertas, terrazas a las que se tienen acceso desde los inmuebles, creando alfombras vegetales mediante la plantación de especies autóctonas, que no requieren de la fuerte presencia de los recursos hídricos y nos regularan de forma ostensible el efecto de los agentes externos sobre los cerramientos verticales y horizontales de la vivienda.
El pasado 7 de julio de 2010 se celebró el acto de constitución de la Plataforma Social para el fomento de la rehabilitación, la accesibilidad y la eficiencia energética de edificios y viviendas, RHÈ+.
